Fomento castigará con multas de hasta 6.000 euros a quienes ofrezcan un servicio de transporte compartido que no cumpla la ley

El conflicto generado desde la aparición de las primeras webs de transporte compartido no ha cesado de generar polémica, que, sin duda, se ha visto acrecentada con el anuncio del Ministerio de Fomento sobre la decisión de multar a las plataformas o entidades que se dediquen a este fin aunque, aseguran, que tan solo se multará “a quienes no cumplan la ley”.
Así pues, quienes realicen servicios de este tipo sin autorización incurrirán en una infracción calificada de ‘Muy grave’, con multas que oscilarán entre los 4.001 y los 6.000 euros, aunque podrían aumentar hasta 18.000 en caso de reincidir. Los usuarios tampoco se libran de las sanciones, y todo aquel que contrate un servicio no autorizado podrá recibir una multa de entre 401 y 600 euros.

Esta medida coincide con la reciente llegada a España de Uber, una plataforma dedicada al transporte urbano con presencia en 36 países y que ya opera en Barcelona. La web ejerce una actividad comercial, cobra 1 euro por establecimiento de servicio y otro (0,70 para el conductor y 0,30 para Uber) por kilómetro de recorrido. El gremio de taxistas de ciudades de toda Europa asegura que esta actividad supone “una competencia desleal”, motivo por el que este miércoles han organizado una manifestación contra la plataforma que contará con el apoyo de los taxistas de toda España así como de otras ciudades del mundo en el denominado ‘Movimiento europeo contra Uber’.

Desde el colectivo de representación de los taxistas aragoneses aseguran que la rápida expansión de esta plataforma, que próximamente comenzará a operar en Madrid, tan solo es “otro golpe para un sector ya de por sí muy castigado por la crisis”, como explica Mariano Morón, presidente de la Asociación Provincial de Auto-Taxi.
Tan solo en Zaragoza hay unas 1.800 licencias de taxi. “Nosotros pagamos impuestos, autónomos y cumplimos unas obligaciones”, añade Morón. “Aquí todavía no se ha extendido la modalidad urbana pero vamos a apoyar a los compañeros de las ciudades afectadas para que la cosa no vaya a más”, asegura. A pesar de la polémica suscitada, la Comisión Europea se ha mostrado contraria a prohibir esta actividad de transporte no profesional.

Transporte compartido sin ánimo de lucro

Las reacciones en redes sociales no se han hecho esperar. El conocido portal de origen francés, Blablacar, ha tenido que tranquilizar a varios usuarios a través de Facebook -donde cuenta con más de un millón de seguidores-. La plataforma, dedicada a recorridos de media y larga distancia, ha recordado que sus usuarios “solo comparten gastos de viaje” y que no se dedican al transporte de viajeros por cuenta ajena, nada que ver con la actividad desarrollada por Uber. Además han recordado que la empresa firmó en 2011 un acuerdo de colaboración con el Ministerio de Industria con el objetivo de fomentar el uso del coche compartido para contribuir a la reducción de emisiones de CO2 y a la eficiencia energética. 

 
Tan solo en Zaragoza hay programados en estos momentos más de 1.500 viajes de particulares a través de esta plataforma, que incluye usuarios de entre 22 y 65 años. En el portal se pueden encontrar viajes a Badajoz, Murcia, Cáceres o Málaga, o, incluso hasta Estonia, Malta o Alemania; por precios que van de los 5 a los 350 euros. Además, incluyen datos como fecha, modelo del vehículo, plazas vacantes y grado de experimentalidad del conductor, quien, aseguran, no percibe ningún tipo de beneficio económico.

Sin embargo, desde la Asociación Empresarial de Transportes Interurbanos de Viajeros en Autobuses de Aragón (AETIVA)– que reúne al 90%de las empresas del sector- aseguran que esta práctica se sirve de un vacío legal y que está afectando profundamente al sector. “Llevamos tiempo exigiendo al Gobierno que regule esta actividad ya que no deja de ser competencia desleal, aparte de no ofrecer ningún tipo de garantía a los usuarios”, explica Juan Calvo, presidente de AETIVA.

“Tan solo un sábado había publicadas en una web 400 ofertas entre Madrid y Zaragoza, eso suponen ocho autobuses completos”, lamenta Calvo, quien destaca que estos transportes no garantizan las condiciones de seguridad y de calidad que exigen a las empresas. “Nosotros pasamos una ITV cada seis meses y cumplimos con una serie de obligaciones que estas personas no”, añade.

¿El ciudadano colaborativo?

En los propios ciudadanos la polémica también está servida, aunque, como norma general, se trata de una práctica bien percibida, sobre todo por el ahorro económico y el respeto al medio ambiente. Gabriella, una joven universitaria, ha sido usuaria en varias ocasiones de este servicio, que considera muy útil: “He cogido cuatro viajes a través del portal Carpling y está muy bien aunque hay que dar votos de confianza, de momento nunca me han timado”.

“Todo lo que sea ahorra en estos tiempos es bueno, siempre que haya respeto”, opina Alejandro, de Teruel. “Sale mucho más rentable y es una buena forma de socializar, aunque es más complicado ponerse de acuerdo con los horarios”, asegura Guillermo, vecino de Zaragoza.

“En otras ciudades me parece que comparten incluso taxis con aplicaciones que te dicen dónde hay uno cerca y a donde se dirige” , afirma Ana. Sin embargo, algunos ciudadanos se muestran más escépticos: “En una ciudad como Zaragoza con distancias tan cortas este tipo de iniciativas son un poquito innecesarias. Es algo que yo no usare ni creo necesario”, asegura Pedro.

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