El consejero de Vertebración advierte de que la gratuidad de los peajes de la AP-68 y la AP-2 también correría peligro
La prórroga presupuestaria en Aragón no solo pondría en peligro el destino de 115 millones de euros a políticas sociales, sino incluso algo tan sencillo y básico para miles de personas como son las líneas autonómicas de autobús. El Gobierno PSOE-CHA ha dejado bien claro en las últimas semanas que si no logra sacar adelante un borrador con el resto de la izquierda prorrogará las cuentas, lo que impedirá legalmente convocar el programa de ayudas a la líneas de bus de débil tráfico. La subvención de este año, cuya resolución está pendiente de publicación en el Boletín Oficial de Aragón, ronda los dos millones de euros y afecta a 36 concesiones que vertebran las tres provincias, explotadas en la actualidad por 19 empresas. En la inmensa mayoría de los casos, garantizan las comunicaciones a pequeños municipios que dependen del autobús para llegar a las cabeceras de comarca donde se concentran los servicios.
Además, con una prórroga presupuestaria se verían igualmente afectadas las ayudas a líneas prestadas por entidades locales, con las que se garantizan los servicios de bus de las mancomunidades Alto Valle del Aragón, Sierra de Gúdar y El Pobo. Estas subvenciones se convocan todos los años con el objetivo de sustentar los servicios que, desde un punto de vista económico, no son rentables, pero que son sustanciales para garantizar la movilidad en el territorios. Las ayudas no son directas, por lo que las empresas deben solicitarlas y acreditar el déficit en su explotación.En base a unos criterios de ponderación, la Dirección General de Movilidad decide el importe que se concede a cada una, que es variable. La suspensión de las ayudas provocaría un grave quebranto a las compañías, que soportan desde hace años los retrasos de la Administración a la hora de cobrar. De hecho, la convocatoría de ayudas de 2015 no se cobrará hasta el año que viene.
El consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, subrayó que una posible prórroga afectaría al derecho a la movilidad de los aragoneses, hasta el punto de hacerlo «inviable». «Tiene una gran trascendencia,porque es un derecho decisivo para ejercer otros, como ir al centro de salud», manifestó antes de enfatizar que esta cuestión es «muy seria». José Luis Soro subrayó que las líneas de autobús de débil tráfico suponen «un servicio estructurante y fundamental para Aragón », ya que son las que garantizan la vertebración del medio rural y la igualdad de oportunidades a sus ciudadanos.
Más riesgo en la carretera
El consejero nacionalista también llamó la atención sobre la imposibilidad de mantener las subvenciones a los peajes de las autopistas de Logroño (AP-68) y de Barcelona (AP-2), con un coste de 2,7 millones. Entre enero y octubre, se beneficiaron 882.375 coches, lo que da una idea del impacto que supondría que una parte volvieran a circular por las nacionales al no beneficiarse de la gratuidad de los peajes. «Me preocupa que puedan decaer los convenios con las concesionarias; estaríamos empujando a miles de coches a la carretera. Supone un clarísimo riesgo de seguridad vial», advirtió.
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